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ENTREVISTA A JUAN CRUZ RUIZ

JUAN CRUZ RUIZ / PERIODISTA Y ESCRITOR

Juan Cruz (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1948) comenzó en el periodismo con tan sólo 13 años, escribiendo de fútbol para un periódico deportivo. Posteriormente estudió Periodismo e Historia en la Universidad de La Laguna y fue uno de los fundadores del Periódico El País, donde actualmente ocupa un puesto de directivo y escribe sobre cultura.

Juan Cruz Ruiz. Foto: Vanessa Martínez.

Conocimos a Juan Cruz en el Hay Festival en Segovia. Donde habló de su libro Ojalá Octubre con el escritor Julio Llamazares. Creíamos que el entrevistado sería Llamazares, que al final lo fue, porque Juan Cruz no puede dejar su faceta periodística a un lado. Descubrimos no sólo a un periodista, sino a un novelista y a una persona que describe el mundo que le rodea. A partir de entonces empezamos a leer su blog: Mira que te lo tengo dicho, además de sus artículos y entrevistas en El País.

Nos volvemos a reencontrar con él, con motivo del Café Literario en Fuenlabrada sobre su libro Ojalá Octubre. Del cual nos dice en esta entrevista: "He escrito este libro para contarme a mi mismo, y contarle a otros, la historia de mi padre, que en efecto fue una de esas personas humilladas por el hecho de ser humildes".

Juan Cruz es un hombre bajito, que no para de mover los pies, de pisarse los zapatos, de buscar con sus piernas un lugar que no puede encontrar porque la naturaleza de las piernas es seguir el movimiento, siempre hacia delante, hacia el próximo destino. Él mismo comenta que su padre se sentaba como si se fuera a ir, la postura que adopta nos trae el vivo reflejo de su padre. Es una persona que no puede parar, que necesita escapar de los actos públicos para dedicar su tiempo a lo que más le gusta, el periodismo, el mar, las librerías, los libros.


"Creo que el periodismo, como la comunicación, como la cultura y como la vida, se ha banalizado; tiene mucha culpa la profesión. Por eso no me gusta. Pero me sigue pareciendo la mejor profesión del mundo. Sin duda".


Ojalá Octubre cuenta la historia de las personas humilladas en la posguerra, de su familia. ¿Siente que con sus palabras ha conseguido reparar de alguna forma el daño causado? ¿Cómo le ha ayudado a usted escribirlo?

He escrito este libro para contarme a mi mismo, y contarle a otros, la historia de mi padre, que en efecto fue una de esas personas humilladas por el hecho de ser humildes. No sé si he conseguido reparar algún daño, esa no era mi intención; sólo quería sentir de cerca el drama de aquella gente, un drama que quizá en la infancia y en la adolescencia no se alcanzaba a percibir.

Su libro deja un poso de amargura sobre las relaciones familiares, de lo complicado de entablar un diálogo entre distintas generaciones ¿Cree que algún día se logrará salvar esa frontera?

Son tiempos muy distintos, culturas que han cambiado radicalmente. Ahora me parece que no habría razón alguna para las diferencias entre padres e hijos: las culturas se han acercado y las ambiciones también, todo el mundo quiere comunicación y cercanía, y ya las imposiciones paternas del pasado están dejando de tener sentido. Así que no veo tanta razón para que unos y otros no se entiendan.

Ha confesado que le gusta mucho la poesía, recomienda su lectura y en sus textos se aprecia ¿Cómo es que aún no ha escrito un poemario? ¿Es un proyecto que tiene en mente?

Sí, he escrito dos libros de poemas, uno se titula La Edad de la memoria y el otro Cuchillo de arena. Me gusta más la poesía, pero siempre he tenido a expresarme en prosa. Pero, al menos, es prosa poética.

Usted viene de una familia humilde. Empezó su trabajo periodístico con tan solo trece años ¿Cómo se produjo el acercamiento a esta profesión y la decisión de estudiar posteriormente Periodismo e Historia?

La radio fue fundamental en mi vida; fue la que me hizo percibir la enorme capacidad que la lengua oral tiene para calmar, para estimular, para imaginar mundos nuevos y distintos, que me salvaran de una vida que parecía demasiado triste como para aceptarla sin palabras.

¿A lo largo de su carrera tuvo algún problema con la censura?

Cuando era joven y trabajaba como periodista, claro que sí que hubo problemas con la censura; los tuvo todo el mundo en España. Recuerdo que en un reportaje periodístico la censura nos tachó que la gente del sur de Tenerife se abrigaba con mantas de cuartel. Hasta ahí llegaban.

¿Si no estuviera haciendo periodismo, qué haría hoy por hoy?

Literatura, o sería vigilante de una playa segura.

En el Hay Festival de Segovia comentó que no le gustaba el periodismo que se hace ahora ¿Podría contarnos por qué? ¿Cómo valora la profesión periodística en estos momentos?

Creo que el periodismo, como la comunicación, como la cultura y como la vida, se ha banalizado; tiene mucha culpa la profesión. Por eso no me gusta. Pero me sigue pareciendo la mejor profesión del mundo. Sin duda.

¿Para usted qué es ser un periodista?

Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente. Es una frase genial, y definitiva, de Eugenio Scalfari, el fundador de La República, el gran periódico italiano. Y el periodista es un historiador del instante. No es otra cosa, y es lo más que podría ser.

¿Qué podemos hacer las nuevas generaciones de periodistas para mejorar la profesión?

Hacerlo bien, con consideración hacia la historia y con respeto hacia las fuentes; todo ello redunda en respeto al lector, que es el público, o sea la sociedad a la que debemos servir.

¿Ha tenido que pagar algún precio, a nivel personal, por estar tan entregado a su trabajo?

Sí, dolores de espaldas, tensiones, envejecimiento…, pero lo doy por bien empleado: es el trabajo que siempre quise hacer. Y lo he hecho y lo hago con sumo placer.

En el mundo tan ajetreado en el que no has tocado vivir ¿dónde encuentra sus momentos de paz?


Ante el mar, en la playa, los sábados por la mañana cuando voy a la librería. Hay tantos momentos posibles.

¿Cómo trabaja sus libros, qué metodología sigue?

Trato de concentrarme en lo que me preocupa o en lo que me produce melancolía, y a partir de ahí se desarrolla la escritura. A veces es automática, proviene de una sensación.

¿Dónde acostumbra a escribir y cuánto tiempo le dedica? ¿Tiene rutinas o manías?

Escribo desde temprano, cuando escribo, y suele ser junto al mar, sobre todo. Esa es mi costumbre.

¿Cómo surgió la idea de escribir su blog: Mira que te lo tengo dicho? ¿Qué le está aportando la escritura online?

Es una experiencia interesante; me divierto, y me divierte comunicarme con los lectores. No me gusta, en Internet, ni el anonimato ni el insulto; trabajo contra ello. Espero algún día obtener algún resultado.

¿Hacia dónde va la literatura actual?

Creo que a la conjunción de géneros, a la confusión entre ficción y realidad, y sobre todo creo que va demasiado hacia la banalización. Lamentablemente. Aunque hay excepciones: Javier Marías, por ejemplo, ese es un escritor muy importante. Y muchos más, pero Marías ejemplifica una actitud que me gustaría simbolizar en el.

¿Qué le parece que las editoriales vayan a lo seguro? ¿Cree que se está apoyando a los escritores noveles o que lo tienen muy difícil?

Estoy percibiendo últimamente una mayor proyección de lo nuevo. Que dure.

¿Qué sueño o sueños le quedan por cumplir?

El de dormir.

Los miembros de la Asociación Literaria Palabras en el Tintero, agraceden la atención y disposición de Juan Cruz para contestar a las preguntas aquí expuestas.


© Asociación literaria Palabras en el Tintero. Abril, 2008